Continúa desarrollándose el proyecto "Mariposas Libres" en la Unidad de Recuperación de Mujeres Nº 5 de la ciudad de Rosario. 
"Si el Estado tomara en cuenta el rol central de la mujer, la sociedad entendería que no es un objeto". Con esa frase, Gabriela Sosa, coordinadora de la agrupación de mujeres Las Juanas, resume la preocupación que ocasiona la falta de políticas en defensa de los derechos femeninos. Y En ese contexto, durante todo abril esa asociación civil está llevando a cabo una campaña de concientización y sensibilización sobre la trata de personas con fines de explotación. Lo hace en las calles, con propuestas simples pero efectivas. Una iniciativa que invita a pensar que los riesgos de ser víctima no disminuyen si alguien tiene una mejor condición económica. Porque los modos de captación pueden variar y no por eso dejar de funcionar.
La cruzada se inició el fin de semana pasado en el barrio Pichincha y seguirá desde mañana en la terminal de ómnibus Mariano Moreno. La elección no es al azar. El primer lugar tiene que ver con la connotación histórica de esa zona, en la que se conocieron los primeros casos de trata. Pero además Pichincha es un lugar asociado a la diversión, quizás por la proliferación de bares y boliches. En ese circuito trabajaron Las Juanas, en la madrugada del fin de semana, acercándose a los chicos para entregarles información impresa con la consigna primaria que "Sin clientes no hay trata", y a las chicas para ponerlas en alerta frente a determinadas situaciones. "La aceptación fue muy buena. Inclusive nos sorprendimos ante el interés. Hay bastantes dudas sobre el tema, algunos confunden trata con prostitución, otros ni siquiera saben que existe una reglamentación", contó Sosa.
Cómo sigue. Mañana continúa la actividad en la terminal, una zona que Las Juanas eligieron por tratarse de un espacio que se puede prestar al traslado de personas, y un lugar de paso de las víctimas con sus acompañantes. "La sensibilización permite entender que esto ocurre porque hay muchos eslabones que lo hacen posible", dijo Sosa.
La cruzada, que busca además captar "la foto" que muestre cuál es el conocimiento del tema en Rosario, continuará luego en los barrios, principalmente en algunos de las zonas sur y oeste, donde se han localizado algunos casos. En la campaña se incluye una encuesta, que dará cuenta, una vez compilados los resultados, del lugar que ocupa el tema entre la gente. Y se darán a conocer a partir de una publicación que también arrojará conclusiones.
"Hay muchas situaciones que podrían generar la implementación de políticas. Sin embargo, la ausencia oficial y la falta de controles, más la no suspensión de aquellos lugares cuya atracción es el trabajo con el cuerpo de las mujeres, imposibilita que sean ellas mismas quienes decidan si quieren o no trabajar con su cuerpo. Claro que eso sería un paso muy importante, pero también sería necesario que algún cambio garantice similares posibilidades de desarrollo económico para todos", comentó Sosa. La referencia es a que la mayoría de las veces las víctimas de trata que se captan de los sectores más vulnerables están vinculadas a la necesidad laboral.
La denuncia. Para Las Juanas, la denuncia por casos de trata son incluso más difíciles de efectuar que las de violencia de género. Claramente la posición está asociada a que con el primero, las víctimas sufren amenazas contra la integridad física propia y de sus familiares cercanos. En los casos de trata, lo complicado es la existencia de sectores cómplices.
En la búsqueda de ruptura de esa barrera, se pretende "rodear de participación comunitaria" a las mujeres de los barrios y también, perseguir otro objetivo: que el Estado y las familias hagan foco en un tema que no distingue ninguna condición.
La organización, que surgió hace unos 4 años viene de sarrollando un trabajo amplio: talleres, seminarios, publicaciones y trabajo de campo. Articula acciones con el Instituto de Género, Derecho y Desarrollo (Insgenar) y el programa que sobre la materia aplica la provincia.
En un futuro inmediato, junto a alumnos del Iset 18, se crearía un observatorio donde se registren las apariciones de noticias vinculadas a la trata. Esto, teniendo en cuenta que no existen datos oficiales sobre las víctimas.
